La forma de la berenjena es variable (esférica, oblonga o alargada en la mayoría de los casos) según el tipo.
La piel es lisa, consistente, brillante y de colores diversos: blanca, púrpura, negra, amarilla o roja. También hay variedades de piel jaspeada, es decir, con mezcla de varios colores, sobre todo blanca y morada o verde. Aunque la berenjena morada es la más común, la berenjena blanca se encuentra en ocasiones en el mercado. En su interior contiene una suculenta pulpa de color blanco o verde, según la variedad, y presenta semillas blandas dispersas por la carne.
Su sabor es suave, muy vegetal, con un ligero toque amargo.
Hoy os invito a tomarlas fritas con miel porque resultan un bocado delicioso.
- 2 berenjenas
- 4 cucharadas de miel
- 1 cucharada de salsa de soja
- Sal
- Harina rebozar
- Aceite oliva
Pelar y cortar la berenjena en cuadrados. Los ponemos en un escurridor y salamos un poquito para que suelten el agua amarga que contiene la berenjena. Los dejamos de esta manera durante unos 20 minutos. Seguidamente los enjuagamos bien y secamos.
Enharinarlos y freír en abundante aceite de oliva. Conforme estén hechos, las reservamos en un plato en el que habremos puesto un papel absorbente para reducir el aceite sobrante.
Mientras tanto, en un cazo calentamos a fuego lento la miel y la salsa de soja hasta que haya aligerado su consistencia.
Presentamos la berenjena en un plato con la miel regándola.
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