De todos es sabido los beneficios del pescado azul. De la sardina diremos que es una buena fuente de omega-3, por lo que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos, además de aumentar la fluidez de la sangre, disminuyendo el riesgo de aterosclerosis y trombosis. Contiene también cantidades significativas de vitaminas liposolubles como A, D y E. En cuanto a los minerales, la sardina contiene fósforo, magnesio, potasio, hierro, zinc y yodo.
El inconveniente que presenta este pescado azul para la salud se limita a quienes padecen hiperuricemia o gota, dado su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.
INGREDIENTES:
Limpiamos las sardinas quitando la cabeza y las vísceras, enjuagamos.
Las colocamos en un recipiente de manera que quepan todas sin estar demasiado amontonadas pero sí bien apretadas unas contra otras. Les añadimos la pimienta en grano, el laurel y los ajos, sin pelar y con un corte en medio. Sazonamos.
Echamos el aceite por encima de las sardinas y las cubrimos con el vinagre.
Ponemos a cocer a fuego medio hasta que se haya evaporado todo el vinagre y sólo nos quede un poquito de salsa en el fondo del recipiente. Dejamos enfriar.
Estas sardinas las podemos tomar como segundo plato o como un aperitivo, nos van a durar varios días en la nevera y las podemos tomar frías o con un pequeño calentón de microondas.
El inconveniente que presenta este pescado azul para la salud se limita a quienes padecen hiperuricemia o gota, dado su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.
- 1 Kg de sardinas tamaño mediano.
- 4 dientes de ajo.
- Una cucharada de pimienta en grano.
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Vinagre.
- 3 hojas de laurel.
- Sal.
Limpiamos las sardinas quitando la cabeza y las vísceras, enjuagamos.
Las colocamos en un recipiente de manera que quepan todas sin estar demasiado amontonadas pero sí bien apretadas unas contra otras. Les añadimos la pimienta en grano, el laurel y los ajos, sin pelar y con un corte en medio. Sazonamos.
Echamos el aceite por encima de las sardinas y las cubrimos con el vinagre.
Ponemos a cocer a fuego medio hasta que se haya evaporado todo el vinagre y sólo nos quede un poquito de salsa en el fondo del recipiente. Dejamos enfriar.
Estas sardinas las podemos tomar como segundo plato o como un aperitivo, nos van a durar varios días en la nevera y las podemos tomar frías o con un pequeño calentón de microondas.
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