Siempre oímos hablar muy bien de la piña, esta exquisita fruta que podemos consumir durante todo el año, la cual nos brinda sabores y olores que abren el apetito a cualquiera. Pero aparte de ser deliciosa, la piña es considerada como una fruta de uso medicinal, ya que posee ciertas características que hacen mejorar el funcionamiento de nuestro organismo, como:
Buena fuente de vitamina C, la que es un excelente antioxidante.
Gracias a sus componentes, la piña madura es catalogada como un buen diurético, lo que beneficia el funcionamiento en los riñones, sobre todo en personas propensas a hacer cálculos renales.
Los micronutrientes de la piña ayudan a protegernos contra el cáncer, sin mencionar que ayuda a la circulación sanguínea, previniendo la formación de coágulos.
El jugo de piña es eficaz eliminando parásitos intestinales, ayuda a aliviar los trastornos intestinales y reduce la producción de bilis.
La piña tiene propiedades antiinflamatorias, gracias a unas enzimas llamadas Bromelaina, la cual bloquea las sustancias que causan los procesos inflamatorios, reduciendo la inflamación ocasionada por enfermedades como la artritis, la gota, el molesto dolor de garganta y la sinusitis aguda.
Otra gran propiedad de esta deliciosa fruta es que ayuda a la cicatrización postquirúrgica y a la cicatrización de heridas causadas por lesiones.
La piña ayuda a bajar de peso y a desintoxicar nuestro cuerpo.
Ya que hemos visto parte de las propiedades de esta fruta , voy a pasar ya a daros una receta que es muy fácil de hacer pero que queda muy rica como postre de cualquier comida.
INGREDIENTES:
Cortar el tallo y la base de la piña, colocar en posición vertical y retirar la corteza con un cuchillo; cortarla en rodajas.
Espolvorear el azúcar sobre las rodajas de piña y asarlas a la plancha con mantequilla; verter el ron y flambear.
Colocar una rodaja de piña en cada plato.
Trocear el chocolate, disponerlo en un cazo junto con la leche y fundirlo al baño María, removiéndolo para que ambos ingredientes queden bien integrados.
Preparar 4 bolas de helado de vainilla y disponerlas en el agujero central de las rodajas de piña. Verter por encima la salsa de chocolate templada y servir enseguida. Si se desea, decorar cada plato con una ramita de menta fresca.
Buena fuente de vitamina C, la que es un excelente antioxidante.
Gracias a sus componentes, la piña madura es catalogada como un buen diurético, lo que beneficia el funcionamiento en los riñones, sobre todo en personas propensas a hacer cálculos renales.
Los micronutrientes de la piña ayudan a protegernos contra el cáncer, sin mencionar que ayuda a la circulación sanguínea, previniendo la formación de coágulos.
El jugo de piña es eficaz eliminando parásitos intestinales, ayuda a aliviar los trastornos intestinales y reduce la producción de bilis.
La piña tiene propiedades antiinflamatorias, gracias a unas enzimas llamadas Bromelaina, la cual bloquea las sustancias que causan los procesos inflamatorios, reduciendo la inflamación ocasionada por enfermedades como la artritis, la gota, el molesto dolor de garganta y la sinusitis aguda.
Otra gran propiedad de esta deliciosa fruta es que ayuda a la cicatrización postquirúrgica y a la cicatrización de heridas causadas por lesiones.
La piña ayuda a bajar de peso y a desintoxicar nuestro cuerpo.
Ya que hemos visto parte de las propiedades de esta fruta , voy a pasar ya a daros una receta que es muy fácil de hacer pero que queda muy rica como postre de cualquier comida.
INGREDIENTES:
- 1 piña mediana
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 15 gr de mantequilla
- 1 cucharada de ron
- 4 bolas de helado de vainilla
- 100 gr. De chocolate fondant
- 3 ó 4 cucharadas de leche
- Unas ramitas de menta fresca
Cortar el tallo y la base de la piña, colocar en posición vertical y retirar la corteza con un cuchillo; cortarla en rodajas.
Espolvorear el azúcar sobre las rodajas de piña y asarlas a la plancha con mantequilla; verter el ron y flambear.
Colocar una rodaja de piña en cada plato.
Trocear el chocolate, disponerlo en un cazo junto con la leche y fundirlo al baño María, removiéndolo para que ambos ingredientes queden bien integrados.
Preparar 4 bolas de helado de vainilla y disponerlas en el agujero central de las rodajas de piña. Verter por encima la salsa de chocolate templada y servir enseguida. Si se desea, decorar cada plato con una ramita de menta fresca.
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